La Tierra se eleva en la distancia en marcado contraste con la luna. Un oso polar varado en un parche flotante de hielo. Un pelícano empapado en aceite.

¿Qué tienen en común todas estas imágenes? Cada uno de ellos ha servido como rostro de los movimientos ambientales.

¿El mayor desafío de la conservación marina? Falta de acceso y comprensión de lo que sucede bajo el agua. La fotografía puede recordarnos la razón por la que todos debemos trabajar para conservar lo bello.

Octo PSD# copia.jpg
Un pulpo a la deriva en la isla San Miguel. (c) Ricardo Salas

En The Ocean Foundation, comprendemos el poder de las imágenes. Fuimos fundados por Wolcott Henry, un fotógrafo de National Geographic. Henry creó Marine Photobank en 2001, un sitio web que proporciona imágenes de alta calidad de los impactos humanos en el medio ambiente marino. La idea surgió de años de ver imágenes utilizadas en publicaciones sin fines de lucro que carecían de la capacidad de inspirar la conservación.

Los fotógrafos talentosos son fundamentales para contar la historia de lo que sucede debajo de la superficie y por qué tenemos que protegerlo.

Tuve el gran placer de sentarme con mi amigo, donante y fotógrafo submarino, Richard Salas, la semana pasada en Santa Bárbara.

Salas comenzó su carrera fotográfica después de que un profesor de secundaria lo apartara y le dijera que se arreglara. Algo hizo clic y dejó de “perder el tiempo” y siguió con su pasión por la fotografía.

No fue hasta la universidad que comenzó a sumergirse bajo el agua y se enamoró del mundo debajo de la superficie.

Después de la universidad, se dedicó a la fotografía comercial durante más de 30 años. Su vida dio un vuelco cuando a su encantadora esposa Rebecca (a quien también tuve el placer de conocer) le diagnosticaron cáncer en 2004. Con su guía, volvió a sumergirse en su pasión perdida: la fotografía submarina.

D2C9E711-F9D1-4D01-AE05-9F244A8B49BB.JPG
Richard Salas y su esposa Rebecca, quienes lo ayudaron a regresar al agua.

Salas acaba de publicar una trilogía de libros submarinos, llena de impresionantes imágenes de nuestro mundo escondido justo debajo de la superficie. Con su uso magistral de la luz, captura la personalidad de criaturas que nos parecen tan ajenas. Utiliza eficazmente su fotografía para conectar a los humanos con estas criaturas y provocar un sentido de respeto y responsabilidad por su bienestar.

Salas generosamente dona el 50% de las ganancias del libro a The Ocean Foundation. Compra sus libros haga clic aquí

-------------

¿Algo favorito para fotografiar?

Mi criatura favorita para fotografiar es el león marino de Steller. Son cachorros de 700 libras que nunca te dejan solo. Su curiosidad y alegría es una alegría y un desafío para capturar mientras son empujados y agarrados todo el tiempo. Me encantan sus expresiones faciales y sus enormes ojos inquisitivos.

León marino de Steller 1 copia.jpg
Un juguetón león marino estelar revisa la cámara. (c) Ricardo Salas 

¿Cuál es la criatura más hermosa que has fotografiado?

Las mantarrayas son algunos de los animales más elegantes con los que he tenido el honor de compartir el océano. Algunos miden 18 pies de ancho y pesan 3600 libras. Se deslizan con la facilidad de Martha Graham bailando a través de los cielos acuáticos. A veces uno se ha detenido a mirarme a los ojos y se convierte en una experiencia espiritual, una conversación visual de una especie a otra.

¿Algún animal que aún no hayas visto y que esperas capturar con la cámara?

Todavía tengo que estar con una ballena jorobada y espero ese día con gran anticipación y emoción. He escuchado sus canciones y las he sentido vibrar a través de mi cuerpo, lo cual fue pura alegría para mí. Estar en el agua con uno de estos hermosos gigantes y poder fotografiarlos es un sueño de toda la vida.

¿Qué crees que hace una buena foto?

Cualquier imagen que evoque emoción en el espectador es buena.

6n_Mantón español PSD# copy.jpg
Un nudibranquio mantón español, su nombre proviene de su estilo de natación, que recordó a los científicos los mantones con flecos que usan los bailarines de flamenco. (c) Ricardo Salas 


Si pudieras ser cualquier animal en el océano, ¿cuál elegirías?

Creo que una ballena orca sería la más emocionante. Son muy familiares y son los amos del mar. También son muy inteligentes. Sería divertido vivir en una cápsula y nadar en los océanos del mundo con mi familia y amigos.

¿Ves algo específico en el océano que te perturba?

La basura siempre me hace caer en picada mental, y los animales con nuestra basura atrapada alrededor del cuello, las piernas o las aletas. Ver sitios de buceo en los que solía bucear en los años 70 ahora se ven tan vacíos de vida. La vista de tiburones muertos y otros animales atrapados en redes de pesca desechadas.

Imagen de introducción PSD retocada # copy.jpg
Un cangrejo tímido ante la cámara se esconde detrás de un trozo de algas marinas. (c) Ricardo Salas 

¿Alguna situación peligrosa? ¿Alguna divertida?

La única situación peligrosa en la que he estado fue encontrarme a 90 pies debajo de la superficie ajustando mi equipo y, de repente, ser golpeado con todo el peso del cuerpo de otro buzo que se estaba hundiendo demasiado rápido. Ambos estábamos bien una vez que detuve su descenso. Mi experiencia ha sido que los animales más peligrosos bajo el agua son los humanos.

La situación más divertida es ver a mi hijo quitarse las aletas y “correr” por el fondo arenoso del mar a cámara lenta. Parece como si estuviera rebotando en la luna, y ver su facilidad para jugar y su alegría pura de estar bajo el agua siempre me hace reír.

¿Cuáles son los desafíos a los que te enfrentas bajo el agua en comparación con tomar fotos en tierra?

No puedo respirar ahí abajo sin traer mi propio suministro de aire, así que solo tengo una cierta cantidad de tiempo para estar ahí abajo y siempre parece demasiado corto. La luz cae más rápido bajo el agua, así que necesito traer más. El agua salada y la electrónica de la cámara definitivamente no se mezclan. Mantener el calor en agua a 41 grados siempre es un desafío, no puedo simplemente ponerme una sudadera. Los lugares en los que me gusta bucear son ricos en nutrientes y están llenos de vida, pero la desventaja es la visibilidad limitada, que es un desafío constante.

Copia del valle del tiburón ballena.jpg
Diver nada junto a un tiburón ballena. (c) Ricardo Salas