Autores: Michael Stocker
Fecha de publicación: lunes, 26 de agosto de 2013

A lo largo de la historia, la audición y la percepción del sonido se han enmarcado típicamente en el contexto de cómo el sonido transmite información y cómo esa información influye en el oyente. “Hear Where We Are” invierte esta premisa y examina cómo los humanos y otros animales oyentes usan el sonido para establecer relaciones acústicas con su entorno. 

Esta simple inversión revela una panoplia de posibilidades mediante las cuales podemos reevaluar cómo los animales oyentes usan, producen y perciben el sonido. Los matices en las vocalizaciones se convierten en señales de tentación o establecimiento de límites; el silencio se convierte en un campo maduro de posibilidades auditivas; Las relaciones depredador/presa están imbuidas de engaño acústico, y los sonidos que se han considerado señales territoriales se convierten en el tejido de comunidades acústicas cooperativas. Esta inversión también amplía el contexto de la percepción del sonido en una perspectiva más amplia que se centra en la adaptación biológica dentro de los hábitats acústicos. Aquí, los rápidos patrones de vuelo sincronizados de las bandadas de aves y las maniobras cerradas de los bancos de peces se convierten en un compromiso acústico. Del mismo modo, cuando los grillos estridentes sincronizan sus cantos nocturnos de verano, tiene más que ver con la 'comunidad de grillos' que controla sus límites colectivos que con grillos individuales que establecen un territorio 'personal' o se reproducen. 

En “Hear Where We Are”, el autor desafía continuamente muchas de las ortodoxias bioacústicas, reformulando toda la investigación sobre la percepción y la comunicación del sonido. Al ir más allá de nuestras suposiciones comunes, muchos de los misterios del comportamiento acústico se revelan, exponiendo un panorama fresco y fértil de experiencia y adaptación acústica (de Amazon).

Cómpralo aquí